La ruta del asombro, del dolor

Lo del martes en Huimilpan, además de penoso y sumamente vergonzante, también arroja desatención y, desde luego, preocupación.

Lo sucedido en esta semana en el estado de Guanajuato, lo que aconteció en nuestro Huimilpan, es algo de lo que no queremos ya ver; que no nos acostumbremos aquí en Querétaro y que, en materia de seguridad, no bajemos la guardia. Ni ciudadanos, ni autoridades.

Por lo de Guanajuato, aquí se cumplió en lo posible. Bajamos la cortina en los accesos carreteros, con revisiones estrictas, con vigilancia y alertas.

Lo de Huimilpan se calentó cuando se tuvo la muerte del joven Daniel Franco Miranda el pasado 23 de julio, a manos de la policía municipal del lugar. Y esto sí es por demás lamentable, porque lo primero que pone en evidencia es la falta de capacitación a nuestros policías, particularmente en los municipios pequeños.

Pero el muy lamentable hecho –la vida de una persona es invaluable– tiene ya también varios agregados, como la tardía reacción del alcalde de ese municipio, Juan Guzmán.

El martes y con la irritación social a flor de piel, es que se cita a una expresión ciudadana de protesta a realizarse en el primer cuadro de la cabecera municipal. La invitación circuló en forma por demás profusa en redes sociales. La ruta, La ruta, La ruta, La ruta, La ruta, La ruta, La ruta, La ruta

Y desde Presidencia Municipal no se operó absolutamente en nada, para negociar, para paliar la situación que se anunciaba.

En tanto y desde el domingo, en Querétaro capital se hacía la puja y la invitación a la tolerancia y al respeto, por lo del 5M, para que cerrara, para superarlo. Todavía ayer el gobernador, Mauricio Kuri González asistió a la puesta en marcha del programa municipal, “Somos Querétaro, Contigo Prevenimos” portando la bandera que esta vez la tomó el gobierno municipal de Querétaro, en donde Luis Nava, su alcalde, exhortara a la ciudadanía en general a “asumir la responsabilidad y a trabajar juntos por el bienestar de las familias queretanas y el fortalecimiento social, mediante la inclusión y la tolerancia”.

Lo del martes en Huimilpan, además de penoso y sumamente vergonzante, también arroja desatención y, desde luego, preocupación.

Sucede que esta conocida –por anticipada– manifestación, la población tomó como rehén desde el interior de palacio, al secretario de Gobierno de esa municipalidad, Beto –como todos le conocen– Nava, estando ahí el alcalde Juan Guzmán.

Y así, atado de manos y por las principales calles del pueblo de Huimilpan, fue exhibido el buen y callado secretario de Gobierno municipal.

A distancia y sin casi hacerse notar, el lamentable hecho era seguido por operadores de la Secretaría de Gobierno del Estado, enterados de esta manifestación. Y ellos fueron los que hicieron el primer acercamiento con las personas que llevaban al señor secretario. En virtud de ello y después de la exhibida, es que les solicitaron que se diera diálogo, al interior de Palacio Municipal justo donde estaba “escondido” el señor alcalde. Y ahí sí intervino don Juan, que, si bien no salió por miedo a jugarse la vida, lo que sí perdió fue el derecho a la posible reelección. Y si lo dudan, pregúntele usted a cualquier ciudadano de esa municipalidad.

Lo de ayer, con la presencia de granaderos y policía estatal, con la policía canina y fuertemente armados, fue escalofriante. Seguramente a este cuerpo les llegó el “pitazo” de una nueva manifestación y a indicaciones directas del gobernador Kuri, hacen allá acto de presencia, para salvaguardar a la ciudadanía, pero también a los servidores públicos municipales.

El asunto de prevención y resguardo, no está de manera alguna liquidado, como no lo está el total esclarecimiento de la muerte del joven Daniel Franco Miranda.

También en esto el trabajo expedito de la Fiscalía General de Justicia del Estado se hace necesario para que se haga la exigida justicia, para calmar los ánimos ciudadanos en esa municipalidad. El dolor de los deudos del joven, no es de manera alguna negociable.

Y para el singular alcalde Juan Guzmán, poner una mayor atención en cuestiones de capacitación de la policía municipal y que estos hechos, ni aquí en Huimilpan ni en ningún otro lugar del estado, se vuelvan a repetir.

En cuestiones de seguridad, nadie debemos bajar la guardia.