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Menos Mal que la honestidad ya es la bandera de México

Menos Mal que la honestidad ya es la bandera de México, por Samuel Pérez Rios Aldana.

Menos Mal que la campaña política y la administración federal encabezada por Andres Manuel López Obrador esta basada en el combate frontal a la corrupción.

Con la famosa frase de «No somos iguales» refiriéndose a los gobiernos neoliberales, el presidente de México señala diariamente que su gobierno está totalmente libre de corrupción, cosa que dista mucho de ser verdad. Podríamos señalar nombres, lugares, fechas y situaciones que son de conocimiento público y que desechan por completo el discurso del presidente, pero son tantos, tan notorios y tan sonados que simplemente sería muy extenso, además no es necesario, ya todo el mundo los conoce.

El problema es la forma ridícula e infantil que el titular del ejecutivo tiene para negarlas, simplemente argumentando que son ataques de sus adversarios sin ofrecer ninguna explicación, denotando que no existe sustento para defenderlo de una manera firme y concreta. honestidad, honestidad, honestidad, honestidad, honestidad

Los mexicanos ya estamos cansados de observar los mismos nombres que hace 10, 20 0 30 años saqueando al país, ahora bajo el manto protector de AMLO quien está más interesado en acabar con sus rivales políticos que con la delincuencia organizada, con la que pacto la presidencia, o abolir los grandes rezagos que tiene el país.

Una presidencia basada en berrinches, egocentrismo, e ideas retrogradas es lo que desafortunadamente vivimos y seguiremos viviendo mientras exista el nivel de ignorancia y la, cada día más marcada, rivalidad entre la «sociedad» y las empresas, vinculo que debería de ser de primordial importancia, pues de ello depende el crecimiento económico del país y por ende de toda la población.

Cada día tenemos más pobres, cada día entran más refugiados, cada día estamos más lejos de tener un país limpio de corrupción, sobre todo cuando las mentiras más grandes se dicen, sostienen y defienden desde el Palacio Nacional.

Jamás se había devaluado tanto la imagen del presidente de México en el extranjero como hoy en día. Ahora AMLO es señalado como bufón, ignorante, incongruente y sobre todo como una persona mezquina con un odio muy marcado hacia todo lo que piense diferente de su ideal de democracia, de sus sueños de lo que un país libre y soberano deberá de ser.

Nunca las mentiras han podido ser la base de nada bueno, con el tiempo la verdad se va abriendo camino, aun que su mayor defensor sea la cerrazón de un presidente, en cualquier país del mundo y en cualquier tiempo de la historia.

Cuando la principal actividad del poder ejecutivo es la de defender la «honorabilidad» de su familia antes que el bienestar de una nación podemos confirmar que sin duda alguna se ha perdido la brújula y el destino de la nación completa y tan solo interesa la imagen del líder moral que nos guia con sus sabias enseñanzas que gentil y desinteresadamente nos ofrece cada mañana.

Que triste que se pueda declarar que estábamos mucho mejor cuando estábamos muy mal, gobernados por la misma mafia de poder, pero ahora disfrazada de payaso para que le podamos aplaudir cada día sus piruetas y malabares con la simple intención de mantener el equilibrio de eso que llama presidencia.

 

 

Menos Mal

 

 

 

Menos Mal / Por: Samuel Pérez Rios.

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