Salud

Uso excesivo de pantallas en menores de 10 años causa ansiedad y problemas emocionales

Una revisión de casi 300.000 casos reveló que el uso excesivo de dispositivos electrónicos en la primera infancia se asocia con trastornos de conducta. La importancia de limitar la exposición digital

Para los niños, los dispositivos electrónicos pueden ser aliados en la educación y en los juegos, como se vio en la pandemia de COVID-19, cuando ayudaron a sostener los procesos de enseñanza y socialización. Sin embargo, en los últimos años se han acumulado muchos estudios científicos que demuestran cómo el uso excesivo de pantallas impacta en la salud mental, sobre todo de niños y adolescentes.

Una investigación internacional, que analizó casi 300.000 niños en 117 estudios, determinó que pasar demasiado tiempo frente a dispositivos electrónicos podría tener consecuencias negativas en el desarrollo emocional y conductual de los niños.

Uso excesivo

El estudio fue publicado por la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés).

“Los niños utilizan cada vez más las pantallas, ya sea para entretenimiento, deberes o para comunicarse con amigos”, explicó Michael Noetel, doctor en Filosofía por el Instituto de Psicología Positiva y Educación de la Universidad Católica Australiana y uno de los autores del estudio.

En ese sentido añadió: “Hemos comprobado que el aumento del tiempo frente a estos dispositivos se relaciona con problemas emocionales y de conducta. Muchos niños con estas dificultades recurren a las pantallas como forma de evasión”.

Los investigadores afirmaron: “Las pantallas electrónicas están en todas partes y son fácilmente accesibles para los niños. Los padres manifiestan temor de que las pantallas causen problemas socioemocionales. Revisamos la evidencia longitudinal para responder a dos preguntas fundamentales: ¿El uso de pantallas conduce a problemas socioemocionales? ¿Y los problemas socioemocionales llevan a los niños a usar pantallas con mayor frecuencia?”

Qué descubrieron sobre el uso de pantallas en niños menores de 10 años

El estudio se enfocó en niñas y niños de hasta 10 años, con especial atención al tiempo que pasan frente a pantallas —incluyendo televisión, videojuegos, redes sociales y tareas escolares en línea— y la aparición de problemas emocionales o conductuales, como ansiedad, depresión, agresividad e hiperactividad.

Cada caso fue monitoreado durante un mínimo de seis meses, lo que aporta mayor solidez a la relación causa-efecto encontrada.

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Los resultados revelaron una relación bidireccional. Por un lado, los menores que más tiempo pasan con dispositivos electrónicos presentan un mayor riesgo de desarrollar problemas socioemocionales.

Por otro lado, los niños que ya enfrentan estas dificultades tienden a incrementar su uso como mecanismo de evasión.

Los investigadores destacaron que la depresión y la ansiedad se encuentran entre las principales causas de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes, y el suicidio se clasifica como una de las principales causas de muerte entre las personas de 15 a 24 años (Global Burden of Diseases 2019 Mental Disorders Collaborators, 2022). Según la Organización Mundial de la Salud, la mitad de todos los trastornos de salud mental comienzan antes de los 14 años.

El contenido también importa

Los investigadores concluyeron que no solo hay que considerar el tiempo frente a las pantallas, sino también los contenidos. Y señalaron que los videojuegos presentaban un mayor riesgo que otros usos como los educativos o recreativos. En particular, los menores con problemas emocionales son más proclives a utilizar los juegos como forma de evasión.

“Los padres deben estar atentos no solo a la cantidad de tiempo que sus hijos pasan con los dispositivos, sino también al contenido y al motivo”, señaló el doctor Noetel, quien recomendó el uso de controles parentales, pero también la búsqueda de apoyo emocional para los niños.

“No se trata solo de limitar el uso, sino de entender por qué los utilizan”, remarcó.

La autora principal del estudio, Roberta Vasconcellos, estudiante del doctorado de ciencias del comportamiento y la salud (Universidad Católica Australiana) y docente en la Universidad de Nueva Gales del Sur, afirmó: “Comprender esta relación bidireccional puede ayudar a padres, educadores y responsables políticos a promover un desarrollo más saludable en un mundo cada vez más digitalizado”.

“Es lo más cerca que podemos estar de una prueba causal sin desconectar a miles de niños de las pantallas”, concluyó el doctor Noetel.

Uso excesivo

En relación a esta problemática la psiquiatra Geraldine Peronace, especialista en adicciones, (MN 110.541) mencionó en una nota reciente.

“El año pasado, 2024, la Sociedad Española de Pediatría [recomendó que] de 0 a 6 años, cero pantallas”, dijo. En cuanto a los niños mayores de seis años, advirtió que su uso debe ser muy limitado: “Con suerte una hora”.

Para la doctora Peronace, es fundamental que los niños dediquen tiempo a actividades que involucren el movimiento y la exploración del mundo físico. “El chico tiene que estar jugando, poniendo el cuerpo en movimiento, explorando, llevándose cosas a la boca, tiene que estar pintando, dibujando, peleándose con el hermanito, jugando con el escarabajo, estar debajo de la lluvia, haciendo con un palito un agujerito con la tierra, tiene que estar aburriéndose. ¿Qué tanto miedo al aburrimiento hay en estos tiempos modernos?”, planteó.

Como estrategia para mitigar el impacto de la hiperconectividad, sugirió reducir la exposición a dispositivos electrónicos.

<“Dejar por 72 horas todo dispositivo electrónico baja los decibeles del cerebro”, aseguró. También propuso el uso el “modo avión” de los celulares para desconectarse en determinados momentos del día y dar descanso al cerebro.

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Con información e imágenes de Agencias.

 

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