AMLO con el lodazal hasta el cuello
AMLO con el lodazal hasta el cuello
Tras La Verdad, por Héctor Parra Rodríguez.
Siempre sí, AMLO reconoce la existencia de corrupción en su gobierno ¡Ah! Pero, solo la acota al mega fraude en Segalmex, según su Secretario de la Función Pública, Roberto Salcedo Aquino, asciende a 9 mil 500 millones de pesos y no a los 15 mil millones, cifra difundida por la Entidad Superior de Fiscalización.
Claro, López Obrador, omite mencionar los multimillonarios fraudes cometidos en todos sus programas sociales y la desaparición de miles de millones de pesos en sus obras insignes ¿A dónde ha ido a parar tanto dinero de los mexicanos? Muchos afirman que se desvía en apoyos a Cuba y Venezuela; también sirven y servirán para las campañas morenistas.
La Entidad Superior de Fiscalización en su momento emitió recomendaciones por muchos miles de millones de pesos que han sido desviados de los programas sociales y no llegan a los beneficiarios ¿Recuerdan los moches a los beneficiarios de «sembrando vida? Entonces calculaban en 4 mil millones aproximadamente; a cada beneficiario se le descontaban 500 pesos, pero firmaban por el total de 5 mil. lodazal, lodazal, lodazal, lodazal, lodazal, lodazal, lodazal, lodazal, lodazal, lodazal
En el programa de «jóvenes construyendo el futuro», también se han dado los fraudes al beneficiar a cientos de jóvenes que sí trabajan o estudian y no debieron recibir becas; dobleteaban; otros más, el mismo gobierno federal los emplea y les entrega las becas; claro sin derecho laboral alguno.
Los bárbaros incrementos al costo de las obras del Tren Maya, refinería Dos Bocas, el Aeropuerto de Santa Lucía, sus costos se fueron por las nubes ¿A dónde tantos miles de millones de pesos?
Por ejemplo, la refinería Dos Bocas se presupuestó en 8 mil millones de dólares. Para octubre del año pasado rebasaba los 11 mil, 650 millones de dólares. En enero de este año se daba a conocer que la obra había absorbido misteriosamente 6 mil 400 millones de dólares no presupuestados. Y la refinería aún no se concluye, aunque absurdamente ya fue inaugurada por AMLO.
En pesos mexicanos, la obra del Tren Maya costaría no más de 120 mil millones de pesos. Sin embargo, para este año de 2023, alcanza la escandalosa cifra de 230 mil millones de pesos ¿Por qué los excesivos sobrecostos de las obras? Y tampoco está terminada.
Como al presidente le importa guardar en caja de seguridad esos gastos, simplemente le impone la orden de «seguridad nacional» y se crea el hoyo negro que absorbe todo y nada se sabe a ciencia cierta.
¿El AIFA? Cifras en el limbo económico y financiero. Hacienda inicialmente presupuesto un costo de la obra en 11, 450 millones de pesos. 104 mil, 531 millones de pesos, reportó Hacienda haber gastado en esa obra. El dinero fue manejado discrecionalmente por medio de un fideicomiso creado por la SEDENA, esos que desapareció AMLO por ser fuente de corrupción. Las obras públicas fueron asignadas sin licitación. Cifras escandalosamente ofensivas. Todo es corrupción en el gobierno de la transformación y así promueven las «corcholatas» la continuidad del putrefacto régimen fascista de López Obrador.
Frente a lo evidente e inocultable, López Obrador, por fin decidió aceptar la existencia de la corrupción en su gobierno. No sin antes atajar que solo en Segalmex se ha dado el mega fraude de más de 9 mil millones de pesos, por medio de sofisticados métodos financieros.
No cabe duda que el gobierno de la #4T, será marcado como el más corrupto de la historia. Las cifras y los datos son públicos. Aunque difícil dar con ellos, varios medios de comunicación han dado cuenta de ello; AMLO siempre calla, oculta la información, no sin antes acusar que son ataques en su contra, que los conservadores no lo quieren, que son infundios ¡No señor! La corrupción es rampante, literalmente institucionalizada.
Frente al eclipse de su gobierno y poder, afirma estar preparado a los ataques, a los que ya está acostumbrado y vuelve al desafuero en sus tiempos de Jefe de Gobierno del DF. Todo es culpa de otros, el es inocente de todo, cuando ha resultado ser un mega pillo corrupto, mentiroso, traicionero y ratero.
De ahí sus permanentes actos circenses desde las mañaneras para distraer a los mexicanos. Resultó ser el presidente más quejumbroso e inepto de la historia.
Ahora le preocupa y ocupa desacreditar, destruir al Frente Amplio por México, formado por 3 partidos políticos y organizaciones sociales. A diferencia de su tramposo método de campañas encubiertas para posicionar «los logros de su gobierno» por medio de sus «corcholatas». Falacias palaciegas.
Enormes diferencias sustanciales tanto jurídicas como metodológicas. Uno, apegado a la legalidad; el otro, fuera del marco constitucional y legal. Uno creado mañosamente a modo, para que AMLO decida quién es la o el «ganón» de la encuesta, sin debates ni programas, solo replicar «logros», no los desastres ni raterías. El otro, si bien adolece de defectos metodológicos, resulta mucho mejor que el mañoso mecanismo amloista.
Así entretiene AMLO a los mexicanos. También pide a delincuentes dejar en libertad a 16 secuestrados en Chiapas, en lugar de imponer el orden y la ley. Ofrece investigar a funcionarios corruptos, según él, en lugar de perseguir a los secuestradores ¿Y los 40 mil desaparecidos en lo que va del gobierno de la #4T?
En tanto a López Obrador le crecen los problemas, desde Querétaro, la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández, en el Congreso de Filosofía del Derecho en el Mundo Latino, mandó un mensaje directo y sin escalas al Presidente de la República.
La sentencia fue directa a López Obrador: «La independencia y la imparcialidad son dos principios fundamentales que guían nuestra función jurisdiccional, detengámonos todos a pensar, a reflexionar y a discutir, cuál es el impacto y la trascendencia de ellos en nuestro quehacer cotidiano, dialoguemos, escuchemos desde una perspectiva interdisciplinaria, como lo puede ser la teoría o la filosofía del derecho en el sentido de establecer cómo estos principios impactan nuestra actividad a efecto de generar confianza, básicamente confianza en la población».
¿Entendería el inútil que vive en el Palacio Virreinal?
Tras La Verdad / Por: Héctor Parra Rodríguez
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