Escaramuzas electorales
Escaramuzas electorales
El Jicote, por Edmundo González Llaca.
El que a “hierro mata a hierro muere”, el que a populismo gana a populismo pierde. La imagen del Presidente cruje al enfrentarse ante su propia estrategia que utilizó para triunfar en las elecciones. Es Xóchitl Gálvez, la que utilizando su estilo para provocar la esperanza y el ánimo social, lo ha revertido a su favor. Escaramuzas, Escaramuzas, Escaramuzas
López Obrador apostó a las emociones, en una clara adopción del estilo fascista. En Italia a los militantes de esta forma de gobernar les preguntaban: ¿Qué es el fascismo? La respuesta era: “Un stato de ánimo”. López Obrador se divorció de las ideas, de las neuronas, que era el brazo fuerte de la izquierda tradicional y se entregó a los brazos de las pasiones del corazón. No le interesó compartir ideas sino contagiar de un espíritu de revancha y un desprecio a los “aspiracioncitas”. Escaramuzas, Escaramuzas, Escaramuzas, Escaramuzas, Escaramuzas
La convocatoria a los humillados era, además, hacerlos actores y participantes de una hazaña que él encabezaría, pues era una reencarnación de Benito Juárez. Su legitimidad la respaldaba, pues él mismo había sufrido al poder público, a la mafia del poder, que le había arrebatado los triunfos obtenidos en las urnas. Xóchitl da un giro a este estilo de liderazgo, ella es también heroína, pero no convoca a la revancha y no se asume como víctima, sino como promotora de posibilidades de ascenso en la movilidad social.
Tiene la autoridad, pues ella misma es indígena y salió de la pobreza. Con otras ventajas, ella no solamente superó su status social, sino que lo hizo siendo mujer. La culminación es que es también empresaria y comprende los sacrificios de no vivir de la política, sino que tiene experiencia como empresaria exitosa.
No deja de ser también populismo, pero un populismo con una narrativa que desborda optimismo. López Obrador ganó como consecuencia de un hartazgo de abusos y corrupción, pero fundamentar la simpatía sobre la base del rencor, es un sentimiento difícil de sostener. Los psicólogos sociales le llaman la “fatiga erótica”. El ascenso vertiginoso de Xóchitl es resultado, ahora del hartazgo a un mundo polarizado por la Cuarta Transformación, de conservadores y liberales, de buenos y malos, policías y ladrones. Se anhela tranquilidad, tolerancia, armonía, reconciliación.
En estas escaramuzas iníciales de la próxima elección, Morena y el Presidente están en la lona. La telenovela construida por el Presidente ha sido ampliamente superada por otra telenovela. Es necesario reconocer el mérito del Presidente, de la misma forma que al denostar a las reuniones de la sociedad civil, logró que tuvieran una participación histórica. No satisfecho con este gran éxito y para comprobar que no fue casualidad, se encargó de construir la imagen de Xóchitl como su villana personal y lo que forjó fue a una heroína de la sociedad civil.
El Jicote, por Edmundo González Llaca.
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