Menos Mal que el SAT es incluyente
Menos Mal que el SAT es incluyente, por Samuel Pérez Rios.
Menos Mal que esta Administración Federal ha trabajado por aumentar la recaudación fiscal logrando aumentar la cantidad de mexicanos que cumplen con la obligación de pagar impuestos en niveles históricos, se han logrado implementar sistemas que permiten a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público controlar de manera efectiva las cuentas bancarias del total de la población conociendo antes que nadie los ingresos y egresos de la población en general. SAT
El principal problema para la dependencia federal consiste en la complejidad de sus procesos y sistemas para la población en general, principalmente para la población que menos conocimientos técnicos y herramientas tecnológicas poseen, ya que por el volumen tan grande de usuarios que asisten a las oficinas de todo el país a tratar de aclarar sus dudas y externar sus quejas, no se cuenta con el soporte necesario para apoyar a los ciudadanos que no tienen ni idea de los diversos requerimientos que hacienda les exige, en otras palabras son discriminados por ignorantes.
El personal de las diversas oficinas del SAT parece tener la instrucción de sacar lo más rápido a los usuarios de las instalaciones, con o sin solución de sus diversas dudas, por lo que cuando llegan personas que no saben leer o su educación es escasa, simplemente son ignorados y abandonados a su suerte sin tener la más mínima idea ni de cómo explicar la gran frustración.
Desde luego que el personal del SAT tiene que tener la obligación y responsabilidad social de apoyar y guiar con la paciencia y la indulgencia que estos ciudadanos requieren, tal vez sean contribuyentes menores, pero pagan impuestos y tienen el mismo derecho a ser atendidos de la mejor manera.
Cuando contactamos a la oficina de comunicación social de la dependencia nos atendieron con gran amabilidad asegurando que la atención personalizada se debe de ofrecer en cualquier oficina, desafortunadamente, en la vida real, en el México del día a día, podemos observar que no existe empatía ni solidaridad para los ciudadanos que menos capacitación tecnológica tienen, por lo cual, considero que esta también es una manera de discriminación, por ende el SAT no resulta incluyente.
Desde luego que el camino es largo y mucho el trabajo que falta por ejecutar, pero el llamado de este día es para todos y cada uno de los trabajadores del SAT que cobran y viven de nuestros impuestos, a ser más empáticos con los ciudadanos que más necesitan de su asesoría con paciencia y apertura para poder aclarar sus dudas y despejar sus incógnitas.
En la práctica, los mexicanos debemos de apoyarnos para poder construir un mejor país, en cualquier dependencia, en cualquier estado, la guerra en contra de la discriminación por ignorancia depende de todos y cada uno de los mexicanos, pues sin la solidaridad que nos caracteriza, simplemente dejamos rezagados a muchos ciudadanos que requieren solo un poco más de paciencia y de atención.
Menos Mal / Por: Samuel Pérez Rios.
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