Una presión más de AMLO contra los periodistas

Una presión más de AMLO contra los periodistas, Utopía Política, por el Vigilante Urbano.

-Ignacio Mier Velazco, coordinador de la bancada de diputados títeres de Morena, declaro que la iniciativa para aumentar las multas hasta cuatro mil pesos a quien insulte al buen presidente, no pasará.

Esta nueva parodia de palacio nacional de hacernos creer que Andrés López Obrador, se presenta como un defensor de la libertad de expresión desde su pulpito mañanero, alegando que vetara dicha ley.

La prensa critica, siempre ha sido un dolor de cabeza para el presidente, ya van varias iniciativas donde busca minar a medios de comunicación, basta recordar hace meses, que un “legislador” del estado de Tabasco proponía ya castigar a los periodistas que señalaran errores de las administraciones morenistas, dicha idea, fue para empezar a sondear el escenario de la prensa. Una presión, Una presión, Una presión, Una presión, Una presión, Una presión, Una presión

¿Insultos al presidente? ¿la verdad se vuelve un insulto?

-Para entender claramente el termino insulto, recurrimos al internet, un oportuno auxiliar para averiguar, esto del famoso insulto, WIKIPEDA, Nos indica lo siguiente:

Un insulto es un término, expresión o acción que el emisor utiliza con la intención de ofender a otro individuo o colectivo.¹​ Qué constituye o no un insulto es difícil de determinar con precisión, ya que se halla sujeto a convencionalismos sociales y culturales.

Generalmente, el insulto es una práctica social desaprobada y rechazada. Con frecuencia el insulto se refiere a la sexualidad, a los progenitores, apariencia, discapacidades físicas o a las capacidades mentales de la persona a quien se dirige el insulto; en resumen, cualquier cosa que pueda ofender o molestar a la persona a quien va dirigido.^{[cita requerida]}

Antropológicamente, qué constituye o no un insulto solamente puede definirse en el nivel émico (El término «emic» se utiliza ampliamente desde la década 1960 y 1970. Un modelo emic explica la ideología o el comportamiento de los miembros de una cultura según las definiciones de la misma comunidad que se estudia) de las ciencias sociales. También, dentro de la pragmática, y concretamente de la teoría de los actos de habla, puede plantearse qué constituye o no un insulto.

Nuestra búsqueda, también incluyo el área psicológica, y consultamos a la página digital “MEJOR CON SALUD” y nos da esta versión:

¿Has interpretado la verdad como un insulto? Para que la verdad no te duela, intenta aprender a reconocer y aceptar tus defectos. Si eres consciente de que no eres perfecto no te molestará que te lo recuerden.

¿Alguna vez has interpretado una opinión sincera o un consejo como un insulto? En esos momentos, el ego se ha hecho presente y ha enturbiado tu percepción de las cosas. Esto se produce porque, en el fondo, no te es agradable reconocer las equivocaciones. El ego se ve dañado por la sinceridad.

Aquello que interpretaste como un insulto, es posible que no lo sea. Simplemente, tú te has enfadado cuando lo que deberías hacer es tomar cartas en el asunto. No tienes razón. Te están diciendo la verdad.

El pulpito mañanero, el único escenario para insultar sin ameritar multa.

-No hay día que no escuchemos un cumulo de descalificaciones contra actores de los medios de comunicación, por señalar la disfuncionalidad de la desastrosa transformación de cuarta. Toda gira en aprovechar todo, y así manejar que el presidente es el blanco favorito de todos los adversarios, argumentos que llegan al absurdo, como fue el manejo que le dio al atentado del periodista Ciro Gómez Leyva, al alegar que fue un auto atentado para buscar desestabilizar a su gobierno.

2024, el que no se mueve, no sale en la lista de candidatos.

-En los tiempos del poderoso líder sindical del CTM, Don Fidel Velázquez, quien siempre controlo a los inquietos suspirantes con su famosa frase; “El que se mueve, no sale en la foto” hoy tal disciplina se fue al carajo. Hoy todos van como estampida de búfalos, rumbo al 2024, sin importar quien se les atraviese, no dejan piedra sobre piedra, y los morenistas son el claro ejemplo de la ambición por el poder.

Las corcholatas a la presidencia de la república, quien llegue a la final, no le llamaremos candidato, más bien será un sobre viviente, después de lograr librar ese camino de guerra sucia entre ellos mismos, y como dice un clásico, al tiempo.

 

 

 

 

Utopía política, por el Vigilante Urbano.

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